Oh Trinidad Santísima, este nuevo día lo iniciamos en tu presencia, haciendo la señal de la Cruz e invocándote. Que tu bendición renueve en mí el don de tu gracia, con la que me consagraste a Ti en mi bautismo, confirme en mí el don de tu semejanza, y llame la Vida de tu Voluntad a reinar en mi alma. Quiero renovar esta consagración, y la total entrega de todo cuanto soy, repitiendo junto con María nuestra Madre: “Hágase en mí según tu Palabra”; y junto con Jesús en el momento de su Encarnación: “Heme aquí Padre, que vengo para hacer tu Voluntad”. Pues quiero como Ellos, vivir sólo y siempre en tu Voluntad, y que sea Ella mi Vida, mi alimento, y mi Todo.
FIAT
No hay comentarios.:
Publicar un comentario